UN ALTO EN EL CAMINO. UN NUEVO RUMBO. UN GESTO CON HISTORIA.
Apacheta nació como nace lo valioso que hace marca: de una pausa, de una conversacion sincera, de la necesidad de hacer lugar a otros modos de habitar el trabajo y el tiempo.
Somos Marina y Sabrina, amigas y colegas, con un deseo compartido: crear desde el encuentro, desde la escucha, desde el viaje. Nuestro rasgo: una escucha sensible y singular que nos orienta en la tarea artesanal de tejer con otros tramas que entrelazan palabras, sentires en nuestro quehacer diario. Somos psicólogas, hijas, hermanas, amigas, madres y fundamentalmente mujeres apasionadas, sensibles al amor en todas sus formas.
Nos une la curiosidad por las historias escondidas en cada objeto hecho a mano. Nos conmueve esa temporalidad que la cadencia de las manos impone, las de cada quien, con sus colores, formas, texturas y aromas. Valoramos el oficio transmitido, la huella de una cultura viva.
Asi empezó nuestro andar. Y asi fue como encontramos en lo artesanal no solo una estética, sino un lenguaje.
Nuestro proyecto no podia llamarse de otro modo, su nombre representa el espíritu con el que se gestó. Apacheta es una palabra quechua, nombra una pequeña construcción de piedras de forma cónica que los viajeros levantan en lo alto de caminos andinos, como ofrenda y señal. Con el paso del tiempo se convierten en hitos que marcan senderos. Son un puente entre el mundo fisico y el espiritual, un recordatorio de la importancia de la gratitud, el respeto por los ancestros y la conexion con la naturaleza.
Apacheta es un puente entre manos que crean y personas que buscan objetos con alma. Entre lo ancestral y lo contemporaneo. Entre quienes aún creemos en el valor de lo único.
Cada pieza que compartimos es parte de un recorrido. No solo el nuestro, sino el de los artesanos y artesanas con quienes trabajamos, de quienes escuchamos y aprendemos. Nos mueve el respeto por sus saberes, por sus territorios, sus ritmos.
Creemos en un hacer mas humano. En los vinculos que transforman. En las marcas de lo vivido.
Por eso, más que un emprendimiento, Apacheta es un camino. Uno que no sabemos dónde nos lleva, pero que elegimos recorrer con los pies en la tierra y el corazón abierto.
Gracias por ser parte...